Cecilia Gallego


Es una soprano nacida en Málaga, donde realiza sus estudios de música en el Conservatorio Superior (piano, violín,etc) y comienza los de canto, aunque es en la escuela Superior de Canto de Madrid donde realmente se forma como cantante, con los catedráticos T. Tourné, V. Elcoro, F. Lavilla,etc. Posteriormente continuará su formación en la Escuela de Ópera de Viena, gracias a las becas obtenidas por concurso nacional: “Juventudes Musicales” (Madrid-1989) y “Banco de España” (Madrid-1991), siendo el presidente del tribunal de la última, Cristóbal Halffter.

Representa a España en el “Encuentro de Jóvenes Músicos Europeos” en el Castillo de Chimay (Bélgica), seleccionada por Teresa Berganza.

Ha realizado giras por Estados Unidos (New York, S. Francisco, Washington (Kennedy Center), Boston, Chicago, Miami, Houston, Baltimore, Santa Fe, Alburquerque), Corea del Norte, Suiza, Alemania, Chequia, Eslovaquia, Austria (Konzert-Haus), Italia y España (Auditorio Nacional y Teatro Real entre otros en Madrid, Auditorios de Santiago de Compostela, Orense, Manuel de Falla en Granada, Palacio de la Ópera en La Coruña, Teatro Jofre en El Ferrol, Teatro Cervantes en Málaga,Teatro Arriaga en Bilbao, Teatro Central en Sevilla, Teatros Isabel la Católica y Alhambra en Granada, etc).

Primeros premios en los siguientes concursos:
– Trofeo “Plácido Domingo”. Madrid.
– IV Concurso Nacional de Jóvenes Intérpretes “Ciudad de Albacete”. Juventudes
Musicales de Albacete.
– III Concurso Nacional “Ciudad de Logroño”
– Concurso Permanente de Jóvenes Intérpretes. Madrid

Las castañuelas


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Las castañuelas son un instrumento de percusión con siglos de antigüedad; su origen se remonta al año 1000 AC. a los fenicios, una cultura inminentemente castanuelas comercial, que prosperó en los países de la cuenca del mediterráneo: Grecia, Turquía, Italia,  España, etc. Sin embargo, a través de la historia, ha sido España el país que ha conservado y ha desarrollado su uso desde entonces, las castañuelas son parte del patrimonio cultural de España (se consideran el instrumento nacional del país). Así, las castañuelas se utilizan generalmente para dar color y un carácter español a la música.

Consisten en dos pedazos de madera especial que son en forma de platillo profundo, generalmente  de castaño, aunque se han utilizado otras maderas y  materiales en épocas más contemporáneas. Se perfora cada par para poner una cuerda ornamental, que se coloca alrededor del pulgar. Los tonos de los pares son distintos, generalmente; el más bajo se llama macho (varón) y el  más alto hembra. El par que suena más alto normalmente se lleva en la mano derecha. Las conchas cuelgan hacia abajo y son manipuladas por los dedos. Cadapartes de castanuelas instrumento está hecho a mano y conforme al tamaño de la mano de su usuario. Los tonos de los pares son distintos: el más bajo se llama macho y el más alto hembra. En la actualidad hay sólo cuatro concertistas profesionales de castañuelas (3 de ellos residentes españoles) y el otro de procedencia Suiza.

Son necesarios al menos diez años para conseguir un dominio aceptable de este instrumento y practicar diariamente un promedio de 7,8 horas arduamente la rítmica y el tacto sensible. Estas se utilizan tanto como para flamenco como para bailes tradicionales del folklore español. En muchos países de Iberoamérica también son utilizadas en el folklore nacional.

Este estilo español de tocar castañuelas  se utiliza con poca frecuencia por una orquesta sinfónica, no sólo porque son difíciles de utilizar y  dominar sino también d_LP430 porque hay solo  cuatro concertistas profesionales de castañuelas en el mundo. Normalmente las orquestas utilizan dos conchas unidas a un palito que el maestro percusionista hace vibrar.

Se emplean generalmente en música (para dar ese carácter español) como en Carmen de Bizet,  la Rapsodia España de Chabier, y el ballet El Cid de Massenet.
Wagner escribió para las castañuelas  la música de Venusberg en Tannhauser (1861). También ayudan a establecer el ambiente de la escena en la Danza de los Siete Velos en Salomé de Richard Strauss.  Britten las empleó en su “Hacemos una ópera”, donde imitan el grito de un pájaro en la noche. También utilizan con frecuencia para apoyar la estructura rítmica, como en el Tercer Concierto de piano de Prokofiev.  Se consideran quizás el más sofisticado de los instrumentos de percusión.

Lucero Tena ha destacado por dar a las castañuelas (de las que es profesora en el Conservatorio de Madrid) carácter de instrumento solista en la interpretación de obras clásicas, podemos verla interpretando “La vida breve” de Manuel de Falla:

El Enano Saltarín (Rumpelstilzchen) – Hermanos Grimm


Cuentan que en un tiempo muy lejano el rey decidió pasear por sus dominios, que incluían una pequeña aldea en la que vivía un molinero junto con su bella hija. Al interesarse el rey por ella, el molinero mintió para darse importancia:00068

– Además de bonita, es capaz de convertir la paja en oro hilándola con una rueca.

El rey, francamente contento con dicha cualidad de la muchacha, no lo dudó un instante y la llevó con él a palacio.

Una vez en el castillo, el rey ordenó que condujesen a la hija del molinero a una habitación repleta de paja, donde había también una rueca:

– Tienes hasta el alba para demostrarme que tu padre decía la verdad y convertir esta paja en oro. De lo contrario, serás desterrada. La pobre niña lloró desconsolada, pero he aquí que apareció un estrafalario enano que le ofreció hilar la paja en oro a cambio de su collar. enano_saltarin

La hija del molinero le entregó la joya y… zis-zas, zis-zas, el enano hilaba la paja que se iba convirtiendo en oro en las canillas, hasta que no quedó ni una brizna de paja y la habitación refulgía por el oro. Cuando el rey vio la proeza, guiado por la avaricia, espetó:

– Veremos si puedes hacer lo mismo en esta habitación. Y le señaló una estancia más grande y más repleta de oro que la del día anterior.
La muchacha estaba desesperada, pues creía imposible cumplir la tarea pero, como el día anterior, apareció el enano saltarín:

– ¿Qué me das si hilo la paja para convertirla en oro? – preguntó al hacerse visible.

ENANO-~1 – Sólo tengo esta sortija – Dijo la doncella tendiéndole el anillo.

– Empecemos pues, – respondió el enano. Y zis-zas, zis-zas, toda la paja se convirtió en oro hilado.

Pero la codicia del rey no tenía fin, y cuando comprobó que se habían cumplido sus órdenes, anunció:

– Repetirás la hazaña una vez más, si lo consigues, te haré mi esposa – Pues pensaba que, a pesar de ser hija de un molinero, nunca encontraría mujer con dote mejor. Una noche más lloró la muchacha, y de nuevo apareció el grotesco enano:

– ¿Qué me darás a cambio de solucionar tu problema? – Preguntó, saltando, a la chica.

– No tengo más joyas que ofrecerte – y pensando que esta vez estaba perdida, gimió desconsolada.

– Bien, en ese caso, me darás tu primer hijo – demandó el enanillo. Aceptó la muchacha:

“Quién sabe cómo irán las cosas en el futuro”, dijo para sus adentros.

Y como ya había ocurrido antes, la paja se iba convirtiendo en oro a medida que el extraño ser la hilaba.  Dibujo--6

Cuando el rey entró en la habitación, sus ojos brillaron más aún que el oro que estaba contemplando, y convocó a sus súbditos para la celebración de los esponsales. Vivieron ambos felices y al cabo de una año, tuvieron un precioso retoño. La ahora reina había olvidado el incidente con la rueca, la paja, el oro y el enano, y por eso se asustó enormemente cuando una noche apareció el duende saltarín reclamando su recompensa.

– Por favor, enano, por favor, ahora poseo riqueza, te daré todo lo que quieras. ¿Cómo puedes comparar el valor de una vida con algo material?

– Quiero a tu hijo – exigió el desaliñado enano. Pero tanto rogó y suplicó la mujer, que conmovió al enano:

– Tienes tres días para averiguar cuál es mi nombre, si lo aciertas, dejaré que te quedes con el niño.

  Por más que pensó y se devanó los sesos la molinerita para buscar el nombre del enano, nunca acertaba la respuesta correcta. Al rumpelstilzchen-1 tercer día, envió a sus exploradores a buscar nombres diferentes por todos los confines del mundo. De vuelta, uno de ellos contó la anécdota de un duende al que había visto saltar a la puerta de una pequeña cabaña cantando:

– “Yo sólo tejo, a nadie amo y Rumpelstilzchen me llamo”

Cuando volvió el enano la tercera noche, y preguntó su propio nombre a la reina, ésta le contestó:

– ¡Te llamas Rumpelstilzchen!

– ¡No puede ser! – gritó él – ¡No lo puedes saber! ¡Te lo ha dicho el diablo!

Y tanto y tan grande fue su enfado, que dio una patada en el suelo que le dejó la pierna enterrada hasta la mitad, y cuando intentó sacarla, el enano se partió por la mitad.

El gran partido (para la colaboración)


Había una vez un grupo de niños que habían quedado para jugar un partido de fútbol por todo lo alto.

E0506002 Habían decidido que cada uno llevaría un elemento importante que hubiera en todos los partidos oficiales, y así, uno trajo el balón, otro el silbato, otro una portería, otro los guantes del portero, las banderillas del córner, etc.

Pero antes de comenzar el partido, a la hora de elegir los equipos hubo una pequeña discusión, y decidieron que podría elegir aquel que hubiera llevado el elemento más importante.

Como tampoco se ponían de acuerdo en eso, pensaron que lo mejor sería empezar a jugar al completo, con todos los elementos, e ir silbatoeliminando lo que cada uno había traído para ver si se podía seguir jugando y descubrían qué era verdaderamente imprescindible. Así que comenzaron a jugar. 

Primero eliminaron el silbato, pero quien hacía de árbitro pudo seguir arbitrando a gritos.

Luego dejaron a los porteros sin guantes, y paraban igual de bien sin ellos;  tampoco se notó apenas cuando quitaron los banderines que definían los límites del campo, ni cuando cambiaron las porterías por dos papeleras…; y así siguieron, hasta que finalmente cambiaron portero-guantes_~SCCL0176 también el balón por una lata, y pudieron seguir jugando…

Mientras jugaban, pasó por allí un señor con su hijo, y viéndoles jugar de aquella forma, le dijo al niño:

«Fíjate, hijo: aprende de ellos, sin tener nada son capaces de seguir jugando al fútbol, aunque nunca vayan a poder aprender ni mejorar nada jugando así»

Y los chicos, que lo oyeron, se dieron cuenta de que por su exceso de orgullo y egoísmo, lo que se presentaba como un partido increíble, había acabado siendo un partido penoso, con el que apenas se estaban divirtiendo. Así que en ese momento, decidieron dejar de un lado sus opiniones egoístas, y enseguida se pusieron de acuerdo para volver a empezar el partido desde el principio, esta vez con todos sus elementos.

Verdaderamente, fue un partido alucinante, porque ninguno midió quién jugaba mejor o peor, sino que entre todos sólo pensaron en divertirse y ayudarse.

Cuando algo se hace entre todos, lo importante es que al final todo salga bien, y no andar contando quién ha aportado más o menos.

 

Por Pedro Pablo Sacristán

 

escuela

Educación en valores: la colaboración


La colaboración es ayudar y servir de manera espontánea a los demás, hasta en los pequeños detalles.

La colaboración se debe dar como una actitud permanente de servicio hacia el trabajo y la familia, pero también se puede ayudar a cualquier persona que lo necesite, pensando en todo aquello que deseamos que hagan por nosotros, y viendo en los demás a su otro yo.colaboracion
La realización de las personas está basada en la colaboración y el esfuerzo de otras personas.
La colaboración es posible cuando hay facilidad de desprendimiento; esto significa ser de espíritu generoso y este sentimiento produce un ambiente de enriquecimiento, respeto, apoyo y solidaridad.
Colaborar es responsabilidad de todos, aunque facilitar el proceso requiere de trabajar la fortaleza interna. Mirar a otro con una actitud de amor y colaboración. Si cada uno aportara algo, se podrían hacer grandes actos a favor de los que más nos necesitan y esto hablaría de nuestro alto sentido altruista, haciendo la vida más ligera a los demás.
Las personas serviciales viven atentas, observando y buscando el momento oportuno para ayudar a alguien, aparecen de repente con una sonrisa, dispuestos a hacernos la tarea más sencilla. Las personas con espíritu de servicio tienen rectitud en sus intenciones y saben distinguir cuando existe una necesidad real.
Algunas veces el colaborar tiene que ver con nuestros deberes y obligaciones, pero necesitamos hacerlo, conscientes del deber de hacerlo, por ejemplo cuando ayudamos a nuestros padres sin que nos lo pidan. Darnos tiempo para hacerlo, nos permite a la familia vivir en armonía. Los hijos debemos estar al pendiente de las necesidades de la casa, al igual que nuestros padres lo están. TEBYTIB1046-877976

 La podemos lograr la colaboración de nuestros hijos si…

  • Les enseñamos a descubrir pequeños detalles de servicio en las cosas cotidianas.
  • Nos abstenemos de usar palabreas que podrían desalentarlos.
  • Les enseñamos a terminar las tareas oportunamente motivándolos por el deseo de servir.
  • Les enseñamos a brindar su ayuda de manera espontánea.
  • Usamos el tiempo libre para fomentar el espíritu de servicio y la creatividad.
  • Cambiamos actividades que tengamos para ayudar a la familia o a los demás cuando sea preciso.

Los músicos de Bremen – Hermanos Grimm (para la cooperación)


asno Había una vez un hombre que tenía un asno, del cual pensaba desprenderse de algún modo, pues estaba ya  muy viejo y de tanto transportar sacos al molino había quedado casi inútil para el trabajo. El asno, que no era tonto, adivinó las intenciones de su amo y antes de que éste lo destinara a algún mal fin decidió obrar por su cuenta.

– ¡Ya está! – se dijo-. Me iré a la ciudad de Bremen, donde a lo mejor podré contratarme como músico municipal.

Y dicho y hecho, emprendió el camino hacia dicha ciudad.

Había andado ya un buen trecho cuando se encontró a un perro echado en el camino, el cual, por sus jadeos parecía agotado tras una larga caminata.
– Debes estar muy cansado, amigo -le dijo el asno.
– ¡Ni que lo digas! -le contestó el perro-. Verás, como ya soy viejo mi amo quiso matarme, pues dice que ya no sirvo para la casa. Así que decidí alejarme a todo correr. Lo que no sé es que podré hacer ahora para ganarme el pan.
– Mira -le dijo el asno-. Yo voy a Bremen a ver si me contrato como músico de la ciudad. Si vienes conmigo podrías intentar que te contratasen a ti también. Yo tocaré el laúd. Tú puedes tocar los timbales.

perro_y_gato La idea le gustó al perro y se fue con el asno. Poco después se encontraron a un gato con cara de no haber probado bocado en varios días.

– Parece que te van mal las cosas, minino -le dijo el asno.
– Y ¿cómo no me van a ir mal, si mi ama ha intentado ahogarme porque dice que ya soy demasiado viejo y no cazo ratones? -dijo el gato. Conseguí escapar, pero ¿qué puedo hacer ahora?
– Nosotros vamos a Bremen -dijo el asno- y, si nos acompañas, podrías entrar en la banda que vamos a formar, pues con tus maullidos servirías muy bien para el caso.

Aceptó el gato la invitación y prosiguieron todos juntos el camino. Cuando pasaron cerca de una granja vieron en lo alto de un portal a un gallo que se desgañitaba cantando.2a_gallos_2005_017_sized

– ¿Qué te ocurre para que grites así? -le preguntó el asno.

– Estoy desesperado -le contestó el gallo-. Mañana es fiesta y mi ama ha ordenado a la cocinera que esta noche me corten el cuello para hacer conmigo un buen guiso.
– No te apures -le dijo el asno-. Vente con nosotros a Bremen, donde formaremos una banda. Tú, con tu buena voz, nos serás muy útil allí.

El gallo aceptó la invitación y se unió a los demás.

musicos-de-bremen12Pero Bremen estaba lejos y se les hizo de noche por el camino, así que decidieron descansar en un bosque. Ya se habían acomodado bajo un árbol,  cuando el gallo, que se había encaramado a la rama más alta, avisó a sus compañeros de que veía una luz a lo lejos.

– Debe ser una casa -dijo el asno-. Creo que será mejor que nos dirijamos allá, pues aquí no estaríamos muy cómodos.

Obedecieron todos al asno y se pusieron en camino. Estando ya muy cerca de la casa vieron que se trataba  de una guarida de ladrones. El asno, que era el más corpulento, se empinó hasta la ventana para inspeccionar el interior.

– ¿Qué ves? -le preguntó el gallo.
– Veo una mesa puesta -contestó el asno-, con mucha comida y bebida. Junto a ella hay unos bandidos que están cenando muy bien.
– ¡Ojalá pudiéramos hacer lo mismo nosotros! -exclamó el gallo.
– ¡Ni que lo digas! -asintió el asno.images

Se pusieron entonces los cuatro amigos a deliberar acerca de cómo podrían arreglárselas para ahuyentar a los bandidos. Al final, discurrieron una buena artimaña. El asno se puso de manos al lado de la ventana; el perro se encaramó a las espaldas del asno; el gato se montó encima del perro y, por último, el gallo batió sus alas y fue a posarse en la cabeza del gato. Ya bien colocados, el asno dio la señal y todos a una se pusieron a emitir gritos. ¡Figuraros la que armarían el perro ladrando, el gato maullando, el gallo cantando y el burro rebuznando!. En medio de aquella algarabía los cuatro compañeros se precipitaron de golpe en la habitación rompiendo los cristales de la ventana.

Los bandidos, aterrorizados por tan súbito estruendo, no se pararon a pensar de qué podía tratarse y salieron rápidamente. Nuestros cuatro amigos habían logrado su propósito y , sin esperar a más, corrieron hacia la mesa, para dar buena cuenta de la suculenta comida.
¡Menudo atracón se dieron!
Concluido el banquete, estuvieron un buen rato relamiéndose de gusto. Después, apagaron la luz y cada cual se fue en busca de un buen sitio donde pasar la noche.
Sería media noche cuando los ladrones, al observar desde lejos que noz108185995 había luz en la casa y que todo parecía tranquilo en ella, empezaron a tranquilizarse.

– Creo que hemos sido demasiado miedosos -dijo el jefe de los bandidos-. Convendría ir allá a echar un vistazo.

Entonces mandó a uno de la cuadrilla a que fuera allí a reconocer el terreno.

El enviado entró en la casa a oscuras y se dirigió a la cocina a encender una luz. Algo brillaba en el fogón, sin duda unas brasas, y se acercó a ellas. Pero no, no eran brasas, sino los ojos del gato. El minino, al sentirse molestado, saltó a la cara del intruso y empezó a arañarle y a dar  bufidos. El bandido, muy asustado, echó a correr; pero al pasar por la puerta, el perro se tiró sobre él  le clavó los colmillos en una pierna; siguió corriendo a través de la cuadra, y el asno le atizó una tremenda coz, mientras el gallo, que también se había despertado, empezó a gritar con todas sus fuerzas desde la viga: «¡Kikiriki!, ¡Kikiriki!, ¡Kikiriki!…»
El bandido, pese a lo maltrecho que había quedado, salió disparado hacia donde estaba la cuadrilla, y al llegar allí le dijo al capitán:

– ¡Qué espanto!…En la casa hay una bruja endemoniada que con sus largas uñas me ha llenado la cara de arañazos. ¡Y cómo bufaba la condenada! Después, en la puerta, un hombre se ha lanzado sobre mí con un cuchillo y me lo ha clavado en una pierna. Por si fuera poco, al pasar por la cuadra un negro gigantesco me ha dado un golpe descomunal con una porra tremenda…Y aun, desde el tejado, el juez no paraba de gritar: «¡Traédmelo aquí, traédmelo aquí…!» Menos mal que he podido salir con vida de tan horrible trance. ¡Huyamos, huyamos todos enseguida!

Así lo hicieron los bandidos, quienes jamás se atrevieron a acercarse por aquellos andurriales. Gracias a ello, los cuatro músicos de Bremen pudieron pasar en aquella casa su vejez con toda comodidad y sosiego.

 

Monserrat Caballé


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Maria de Montserrat Viviana Concepción Caballé i Folc nace en Barcelona (España) el  12 de abril de 1933 y muere el 6 de octubre de 2018. Es una cantante soprano lírica de ópera y una de las más admiradas en todo el mundo. Es reconocida por su técnica vocal y sus interpretaciones del repertorio bel cantístico.

De origen humilde, empezó su carrera con 12 años y necesitó grandes esfuerzos para concluir su carrera de canto en el Conservatorio Superior del Liceo, (gana la medalla de oro en 1954) y completar luego sus estudios con Eugenia Kemeny y Conchita Badía. Los inicios de su carrera fueron también muy modestos hasta que decidió trasladarse a Suiza, donde formó parte de la compañía de la Opera de Basilea entre 1957 y 1959, estrenándose en un repertorio poco frecuente para las cantantes españolas, que incluía Mozart y Strauss, lo que le sirvió para su siguiente etapa profesional en la compañía estable de la Opera de Bremen (1959-1962). De este último año es su primer contrato para cantar en el Liceo de Barcelona, donde estrenó l Arabella de Strauss con tan buena fortuna que le extendieron otros dos contratos para encarnar las protagonistas femeninas del Don Giovanni de Mozart y de la Madama Butterfly de Puccini.

Pero su verdadero lanzamiento internacional se produjo la noche del 20 de abril de 1965 en el Carneggie Hall, cuando tuvo que sustituir imprevisiblemente a Marilyn Horne en la Lucrecia Borgia de Donizetti: su actuación le valió 25 minutos de aplausos al término de una representación y uno de los más importantes críticos neoyorquinos tituló al día siguiente «Callas + Tenaldi = Caballé». A partir de ese momento, la carrera de la Caballé no ha conocido decaimientos y lleva más de un cuarto de siglo en primerísima fila de las estrellas de la ópera con un repertorio amplísimo que supera los 130 títulos.

Os pongo también un vídeo en el que interpreta la Canción de  Marinela de la zarzuela “La canción del olvido”: