Es una comedia lírica en tres actos que está basada en “La discreta enamorada” de Lope de Vega que a su vez se inspiró en un cuento del Decamerón, la narración tercera de la jornada tercera, en que Pampinea fue el “precedente” de Francisquita, el fraile el de Don Matías y el caballero el de Fernando. La acción se retrasa dos siglos respecto a la contemplada por Lope, con lo que, además, queda salpicada del madrileñismo cantado por Galdós y por Mesonero Romanos.
En una típica plaza de Madrid, están Fernando Soler y su amigo Cardona. De una iglesia salen Francisquita y su madre; la muchacha está enamorada de Fernando y se siente herida al ver que piensa en Aurora “la Beltrana”, entonces deja caer un pañuelo para atraer su atención.
Cuando las mujeres se van, Cardona comenta la belleza de Francisquita, pues entiende que le conviene más a su amigo. Los estudiantes se van, y Francisquita y su madre reciben la visita de Don Matías, padre de Fernando, que aspira a la mano de la muchacha, aunque es Doña Francisca quien cree ser la cortejada. Se aclara el malentendido, y Francisquita decide seguir el juego fingiendo aceptar al anciano para dar celos a Fernando.
Llega Aurora con Irene, e incita con desprecios a su admirador, Cardona le increpa y evita que entre en la botillería a pelear con Lorenzo, otro enamorado de la cómica. Don Matías se encuentra con los chicos y se produce otro malentendido que da a Fernando la idea de fingir que se interesa por Francisquita para provocar los celos de Aurora. Llega un grupo de estudiantes con Vicente, amigo de Fernando y Cardona que va a casarse. Reaparece Francisquita y Fernando la aborda, admira su belleza pero sigue enamorado de Aurora. En un merendero, Aurora canta y los cofrades celebran el carnaval. Llega Cardona, disfrazado de maja, y perseguido por varios hombres.
Don Matías y Doña Francisca buscan a Fernando para presentarle a su futura “madrastra”, y el joven se molesta pensando que puedan casarse. Cuando todos se van, Fernando oye cantar a Aurora y duda de lo que siente. Cardona, que sigue disfrazado, finge una escena galante con su amigo, y Aurora se pica. Francisquita regresa y logra que Fernando declare su amor.
Se organiza un baile, Francisquita baila con Fernando, y Don Matías se consuela danzando con Aurora. En la calle siguen oyéndose rondas de carnaval y desfilan parejas disfrazadas. Doña Francisca y su hija anuncian a Don Matías que no van a la fiesta y el anciano decide quedarse en casa. Francisquita ha hecho creer a su madre que Fernando se ha enamorado de ella.
En el baile, Cardona pelea con Aurora, y ella paga su mal humor con Lorenzo. Éste sabe que Aurora está enamorada de Fernando, y acude a casa de Don Matías para desafiar al joven. En el patio de una casa de Cuchilleros se celebra un baile. Aurora y Cardona cantan, y Fernando sólo piensa en ver a Francisquita. Ella llega con su madre, y la señora coquetea con el joven, y Don Matías le recrimina las aspiraciones amorosas, diciéndole que podría ser su madre; entonces Cardona le hace ver que él podría ser el padre de Francisquita.
El anciano se da cuenta de su error y acepta compungido que quien debe casarse con la muchacha es su hijo Fernando.