Camile Saint Saëns escribió esta pieza para clarinete y 2 pianos.
Los pianos hacen un fondo misterioso (el bosque), mientras que el clarinete imita el cantar del cucú.
Si fuera a un concierto donde se tocara El carnaval de los animales no veríamos el clarinete, porque el compositor pidió que el clarinetista se escondiera detrás del escenario.