El carnaval de los animales


En 1886 Camilo Saint-Saëns escribió obra instrumental muy divertida en la que quiso que aparecieran muchos animales: leones, elefantes, gallinas, tortugas, canguros, asnos, cisnes,  peces y varios más. Planeó la música como broma para un día de carnaval, así que comprobareis que tiene música muy alegre con toques de buen humor. Cada a animal o animales tiene asignado un instrumento musical. Son 14 pequeños fragmentos dedicado cada uno de ellos a un animal distinto. ¡Nos gasta una pequeña broma insertando a los pianistas entre los animales!. Todos los ínstrumentos suenan juntos en la última parte.

Esta obra es interpretada por 11 músicos que tocan los siguientes instrumentos:

  • Flauta / Flautín
  • Clarinete
  • Armónica de cristal
  • Xilófono
  • 2 pianos
  • 2 violines
  • Viola
  • Violonchelo
  • Contrabajo

Aquí tenéis las distintas partes que podemos oír. Si pincháis encima del nombre, iréis directamente a cada una de ellas:

  1. Introducción y marcha real del león.
  2. Gallinas y gallos
  3. Asnos salvajes
  4. Tortugas
  5. El elefante
  6. Canguros
  7. Acuario
  8. Personajes con largas orejas
  9. El cucú en el fondo del bosque
  10. Aviario
  11. Pianistas
  12. Fósiles
  13. El cisne
  14. Final

He aquí un vídeo con un resumen de esta pieza musical. Más adelante podréis ir viendo y oyendo cada una de las entradas.

28 comentarios en “El carnaval de los animales

  1. Muchas gracias por compartirlo. Me va ha ir muy bien para mis peques (1 a 3 años), les estoy introduciendo la música clásica y les encanta. Con este maravilloso trabajo que has realizado será mucho más fácil, divertido y dinámico.
    Un saludo.

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  2. Es un lápiz asombroso, con el escribí cuando niño unas cuantas guevonadas, que a la hora del té les
    resultaron asombrosas a muchas personas mayores, no me creí importante, habían filmado una película
    basada en uno de mis escritos cuando apenas tenia los 7, se llamó “Fraudes y Bailes”, el héroe iba en
    rescate de la cultura perdida de los chocolates, la que los niños reemplazaron por armas de fuego y
    vídeo juegos, donde salían indios que bajaban la montaña en burro en busca de un oleo negro para sus
    embarcaciones, se enfrentaban con ametralladoras importadas contra los vampiros, los sapos y los
    monos, que solo podrían ser vencidos si te convertías primero en esclavo de su poder. Al final te
    enfrentabas a un Capitán, tu burlabas sus poderes con la ayuda de las bailarinas de la charanga, el
    mambo y el cha cha chá y entonces entrabas a la caja fuerte de la cueva con aire acondicionado, donde
    conseguías el libro gótico donde se hallaba escrito la Única verdad.
    Yo lancé mi escrito por las ventanas del palacio de donde salían “los carruajes que casi volaban”, no es
    mentira, y no soy ningún profeta, antes de hacer aquel “ingenio volador” use el papel de mi libreta,
    escribí a un ritmo galáctico, todo improvisado, sin compases fijos, no existían como el tiempo, y
    sumergido en el turbio ruido citadino.
    Si Dios existe que bendiga el jazz, ¿sin aquellos locos que con mucho estilo parecían desfasar que
    seriamos? de paso si existe que bendiga a los escritores malditos, a los ateos, a los que no creen
    absolutamente en nadie, de tales cosas nos señalan culpables.

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  3. Pingback: El carnaval de los animales. Camille Saint-Saëns – El blog de música

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