El bandoneón es un instrumento musical de viento, libre (o de lengüetas libres) a fuelle, pariente de la concertina de forma rectangular y sección cuadrada que cuenta con un timbre particular.
Existen dos versiones del origen de esta palabra:
– La primera versión nos dice que este instrumento debe su nombre al de su inventor, el alemán Heinrich Band, quien lo diseñó en 1840.
– La segunda versión nos cuenta que el nombre de este instrumento proviene del que tenían los primeros acordeones del modelo que llegó a Buenos aires en 1800 provenientes de Austria y Suiza y cuya marca era “Band Union”, con el uso se argentinizó quedando “bandoneón”.
De una forma o de otra, lo cierto es que fue diseñado en Alemania y que en sus comienzos era un órgano portátil para ejecutar música religiosa; de ahí su sonido sacro, melancólico único y esa característica forma de presentar los botones, ordenados de tal forma de facilitar la ejecución de las canciones evangelistas, por lo que resultan muy «desordenados» a la hora de tocar una escala, por ejemplo.
Al llegar al Río de la Plata de la mano de marineros e inmigrantes, fue adoptado por músicos de la época y fue así que colaboró en la formación del sonido particular del tango rioplatense, constituyéndose en un verdadero símbolo de éste.
Es muy utilizado también en Buenos Aires y Uruguay, por su ya mencionada vinculación con el tango.
El músico que toca el bandoneón se llama bandoneonista.
Entre los grandes bandoneonistas se encuentran: Juan Bautista Deambroggio, Aníbal Troilo, Atilio Francisco Cid, Astor Piazzolla, Marino Rivero, etc.
En el vídeo podemos disfrutar de uno de los tangos más conocidos, «Volver», compuesto por Carlos Gardel y Alfredo Le Pera en 1935. Esta interpretado en esta ocasión con un bandoneón: