Los tres quejosos – Juan Eugenio Hartzenbusch


¡Qué mal (gritó la mona)
que estoy sin rabo!los tres quejosos
¡Qué mal estoy sin astas!
Repuso el asno.
Y dijo el topo:
Más debo yo quejarme,
que estoy sin ojos.
No reniegues, Camilo,
de tu fortuna;
que otros podrán dolerse
más de la suya.

Moraleja

Si se repara,
nadie en el mundo tiene
dicha colmada.

El grajo y el pavo real – Esopo


En un claro, en el linde mismo del bosque, un viejo grajo se había cubierto con el hermoso plumaje de un pavo real y se pavoneaba para que lo vieran los demás grajos. En realidad, su aspecto era muy estúpido, porque sus propias plumas negras se distinguían debajo de su atavío. Pero se paseaba orgullosamente y hacía burla de sus amigos, que lo observaban. El vanidoso pájaro hasta picoteó a uno o dos de ellos que se atrevieron a acercársele demasiado.Los logros alcanzados

-¡Engreído! -le gritaron los demás, y huyeron al bosque.

Convencido de que ahora era tan bello como el pavo real, el necio grajo se acercó lentamente a un grupo de estos animales, que se soleaban. Fingió ser uno de ellos y agitó una pata en ademán de saludo. Pero los pavos reales no se dejaron engañar, Vieron sus plumas negras debajo del plumaje irisado, los irritó la audaz pretensión del grajo y se lanzaron sobre él furiosamente. Con fuertes chillidos, lo picotearon sin piedad hasta hacer trizas su bello atavío.

Abatido y desdichado, el grajo buscó a sus compañeros, para hallar consuelo. Pero éstos no quisieron saber nada de él:

– ¡No trates de volver a nosotros! -le gritaron-. Has elegido. Ahora, afronta las consecuencias.

Y lo picotearon hasta que escapó.

El estúpido pájaro no tenía amigos hacia los cuales volverse. ¡Los que eran superiores a él, lo desdeñaban por fingir ser lo que no era, y sus iguales lo rechazaban por haberlos desdeñado!

¿Por qué maullan los gatos?


El maullido es el sonido por excelencia de los gatos, tanto que en el antiguo Egipto «miu» quería decir «gato». Cada gato tiene su propia voz como los humanos e incluso hay unos más callados que otros. Además, los maullidos de diferentes razas suenan de forma diferente, por ejemplo, los gatos siameses son famosos por sus gritos agudos.

En realidad los maullidos no tienen un sentido extricto, se cree que la mayoría son sonidos que el gato aprende a utilizar para comunicarse con las personas que le rodean, de manera que cada uno tiene su propio código de maullidos para comunicarse con su dueño y  conseguir comida, mimos, juego, atención, etc.

Además los maullidos pueden transmitir información sobre el estado emocional del gato y sobre la urgencia de mensaje. En general cuanto más intensa es la emoción, más intenso el maullido, en cambio, cuando los gatos se encuentran en situaciones agradables, como antes de comer o mientras buscan contacto físico con el propietario, los maullidos son más cortos, agudos y con una entonación ascendente.

De: https://www.fundacion-affinity.org/

Canción de cuna de los elefantes


El elefante lloraba
porque no quería dormir…
Duerme, elefantito mío,
que la luna te va a oír…
Papá elefante está cerca,
se oye en el manglar mugir;
duerme, elefantito mío,
que la luna te va a oír…
El elefante lloraba
(¡con un aire de infeliz!)
y alzaba su trompa al viento…
Parecía que en la luna
se limpiaba la nariz…

Adriano del Valle

Los cuatro amigos


Esta historia de la India se explica a los niños de la región de Panchatantra y muestra como estos animales, que en principio deberían ser enemigos, se ayudaban entre ellos para luchar contra su peor enemigo -los cazadores-.

Érase una vez cuatro amigos muy distintos, un ratón, un cuervo, un ciervo, y una tortuga,  que vivían en el medio del bosque. Aunque eran muy diferentes, eran muy amigos y todos se ayudaban entre ellos cuando lo necesitaban. Un buen día, el ratón, el cuervo y el ciervo estaban hablando tranquilamente debajo de un árbol cuando de repente escucharon un grito. ¡Era su amigo, la tortuga! ¡Y estaba atrapada en la red de un cazador!.

–  «¡Uh oh!» «¡Uh oh!» -exclamó el ciervo con temor, «¿qué hacemos ahora?» , preguntó con preocupación.

–  «No te desesperes», dijo el ratón, «tengo un plan».

Y explicó a todos sus amigos su plan para salvar del cazador a su amigo tortuga. A todos los amigos les pareció genial y rápidamente se pusieron en marcha.
Primero, el ciervo corrió hacia el cazador, que miraba la tortuga atrapada en la red. Muy rápido, sin que se diera cuenta, el ciervo se estiró en medio del bosque, como si estuviera muerto. Entonces, el cuervo, bajó a toda velocidad e hizo ver que picoteaba el ciervo. El cazador se acercó a ver que pasaba, pero el cuervo movía mucho las alas y no le dejaba ver nada.

El cazador se puso nervioso, y después de un momento consiguió ver lo que había.
– «¡Que suerte! ¡Aquí hay un ciervo, todo listo para mí!», exclamó.

Entonces se dirigió al ciervo para recogerlo, llevarlo a su casa y comerlo para cenar. Pero el cuervo no se lo puso fácil y no paraba de batir las alas para hacer más difícil el trabajo del cazador.

En ese momento, muy sigilosamente, el ratón se acercó a la tortuga, que seguía atrapada en la red y empezó a masticar las cuerdas para salvar a su amigo. Así la tortuga consiguió escapar con su amigo el ratón mientras el cazador estaba distraído mirando el ciervo.
Cuando el cuervo se dio cuenta de que la tortuga ya era libre se fue volando y el ciervo se levantó y corrió. El cazador se quedó atónito y decidió volver a ver a la tortuga, pero la tortuga se había escapado!

– «Si yo no hubiera sido tan codicioso», pensó.

Entonces los cuatro amigos se reunieron de nuevo bajo el árbol, y no pudieron parar de reír recordando cómo engañaron al cazador entre todos, gracias al poder y la bondad de la amistad.

De: https://www.casaasia.es/

¿Por qué leemos?


Si preguntamos a cualquier persona ¿por qué lees? Nos pueden dar infinidad de respuestas:

Porque …:

  1. Me gusta
  2. Me divierte imaginar las cosas contadas.
  3. Para aprender cosas nuevas.
  4. Para evadirme
  5. Por vivir otras historias
  6. Porque es mucho más divertido que ver la televisión.
  7. Para vivir las aventuras que yo no voy a vivir.
  8. Por el mero placer de leer.
  9. Para encontrarme a mí mismo.
  10. Para encontrarme con los demás.
  11. Por el placer de una historia bien contada.
  12. Para aprender de otros.
  13. Para entretenerme.
  14. Para soñar.
  15. Para divertirme.
  16. Para relajarme.
  17. Para vivir otras vidas.
  18. Porque cuando un libro te agarra lo demás no es importante.
  19. Me ayuda a dormir.
  20. Porque me resulta divertido y porque si no estaría todo el día viendo la tele o en el ordenador y me gusta pasar el tiempo haciendo cosas divertidas.

Hay muchísimas más y todas tienen razón, ahora verás porqué.

  • Los libros educan, dan tema de conversación, proporcionan compañía, te hacen más listo, te relajan, incluso te ayudan a ser mejor persona.
  • Leer nos permite acceder a “mundos que sólo pueden ser vistos a través de los ojos de un extranjero, de un explorador o de un historiador”, podemos leer la historia de diferentes personas y esto nos ayuda a comprender los sentimientos y pensamientos ajenos, sin que sea tan importante que esas personas sean reales o imaginarias.
  • La lectura mantiene el cerebro en forma; de hecho, toda la actividad mental que estimule tu cerebro, como el ajedrez o los crucigramas, ayuda a que nuestra mente aguante con salud durante décadas, incluso podría ayudar a prevenir el Alzheimer.
  • Comenzar a leer de niños (y hacerlo mucho) ayuda a desarrollar la comprensión lectora, a ampliar el vocabulario y está relacionado con un mayor conocimiento. Si sigues leyendo durante la adolescencia, la literatura te ayudará a forjar tu identidad, ya que altera nuestras conexiones mentales y crea nuevas ideas y formas de pensar.
  • Uno de los efectos positivos que tiene coger un libro y no soltarlo durante un buen rato es que es un buen ejercicio de relajación. De hecho, leer relaja más que escuchar música, dar un paseo, tomarse una taza de té o los videojuegos. Por eso es normal que la lectura nos ayude a dormir. Siempre que no usemos un dispositivo retroiluminado, como una tablet.
  • Los niños de entre 3 y 5 años a quienes se lee cuentos también muestran mayor actividad cerebral no sólo en las áreas que dan significado al lenguaje sino también en las que son importantes para la visualización, probablemente porque se imaginan la historia. Es recomendable leer cuentos a los niños con regularidad  y además conversar con ellos sobre las historias.

Y después de todo esto, ¿cuál es el motivo por el que tú lees?

La perdiz y la tortuga


La perdiz y la tortuga vivían en el mismo rincón de una inmensa llanura de África pero casi nunca hablaban. Poco se encontraban frente a frente porque el ave, vanidosa y arrogante, nunca se dignaba bajar de las ramas de los árboles o interrumpir su vuelo para entablar una conversación con la tortuga. Ni si quiera la saludaba desde arriba, sólo la miraba despectivamente.perdiz

Un día, la perdiz descendió al suelo a picotear unas semillas y justo en ese instante la tortuga pasaba caminando lentamente por ahí.
-Hermana tortuga -le dijo la perdiz-, ¿no te da vergüenza ir siempre tan despacio? ¿No te da envidia verme a mi, tan bien dotada, mucho mejor que tú? ¿No te causa celos ver como vuelo y cómo corro, cosas que tú no puedes hacer de ningún modo?
-No- repuso lentamente la tortuga-. Pienso que dichosa tú, que puedes acabar en una carrera un camino que me lleva todo un día a mí. Pero no te envidio. Mi lentitud también tiene sus ventajas.
-¡Bobadas!- contestó despreciativamente la perdiz-. Eso lo dices por decir. ¿Qué ventajas puede tener ser lento y pesado? Eres esclava de tu caparazón, estás condenada a andar siempre por lo bajo y ni siquiera puedes correr. Yo en cambio soy libre, todo me favorece.
Poco tiempo después, los cazadores de una lejana aldea prendieron fuego a la vegetación de la llanura para hacer salir a los animales y así poder cazarlos más fácilmente. Las llamas crecieron muy alto, se expandieron con rapidez y se acercaban al rincón en donde vivían la perdiz y la tortuga.
La perdiz no hacía más que vanagloriarse de que podría salvarse de las llamas volando a gran altura y se reía de la tortuga.
-Te vas a asar, el fuego correrá más rápido que tus cortas patas y te alcanzará -le gritaba la perdiz a la tortuga desde lo alto.

Cuando las llamas llegaron, la tortuga, para protegerse, setortuga escondió en un hoyo que había dejado la pata de un hipopótamo en el suelo, y se metió dentro de su caparazón, de manera que nada le ocurrió. En cambio la perdiz quiso lucirse y hacer gala de sus dotes, y se preparó para emprender el vuelo, pero el humo era tan denso que tan pronto abrió sus alas se asfixió y cayó en medio del fuego.
Cuando todo pasó, la tortuga salió de su escondite sana y salva y preguntó por la perdiz, extrañada de no verla haciendo alarde de cómo había logrado salvarse del fuego gracias a su rapidez y habilidad.
Al enterarse de lo que le había sucedido, lamentó que esas dotes de las que  se sentía  tan orgullosa, no hubieran ayudado a la pobre perdiz a escapar del fuego.

Cuento africano