Os dejo varias máscaras para que podáis colorear, poner purpurina, lentejuelas, telas, etc. y complementar algún disfraz en Halloween. ¿Cuál os gusta más?
Jonás fue un profeta que aparece tanto en el Antiguo Testamento, como en el Tanah judío o el Corán.
En esta historia del Antiguo Testamento, Jonás fue por orden de Yahveh a Ninive, una ciudad grande asiria, según él de tres días de recorrido, eminentemente comercial al estar al lado del Tigris.
Al ver la mala vida de los ninivitas y que no hacían caso de sus advertencias sobre la destrucción de la ciudad, el profeta huyó de allí muy enfadado y cansado, a las afueras de la ciudad donde construyó una cabaña desde donde vigilar qué ocurría.
Milagrosamente sobre su cabaña creció una calabacera para proveerla de sombra, lo que le alegró mucho, pero la alegría le duró poco porque, al día siguiente, muy de mañana, un gusano hizo que la planta se secase, algo que le apenó mucho. Privado de su sombra, quedó de nuevo expuesto a un viento procedente del este y al sol ardiente que batía sobre su cabeza. Entonces Yahveh le preguntó:
– «¿Crees que tienes razón para enfadarte tanto?». Si tu sientes lástima por la calabacera que yo he dejado que crezca, cuando tú ni la has plantado ni cuidado, ¿no debería yo sentir lástima por Nínive, la gran ciudad, en la cual existen más de ciento veinte mil hombres que de ningún modo saben la diferencia entre su mano derecha y su izquierda, además de muchos animales domésticos?».
Jonás comprendió la lección y pensó que los habitantes de la ciudad merecían el perdón de Yahveh aunque hubieran actuado mal.
La calabaza es una hortaliza, fruto de una planta trepadora de la familia de las cucurbitáceas: la calabacera. El fruto es grande de corteza firme, de diferentes formas y colores, especialmente del verde al anaranjado, con la pulpa también anaranjada. Las flores son grandes y anaranjadas.
Las calabazas aportan al organismo nutrientes, minerales y vitaminas A, B, C, E por lo que son muy beneficiosas para la salud.
Se usa básicamente en gastronomía y en ornamentación para preparar sopas, purés, cremas. En repostería se prepara el cabello de ángel con el que se rellenan numerosos pasteles y tartas.
Las flores se utilizan también en gastronomía, rellenas de queso, requesón, puré de patata, etc.. y fritas. Las semillas se emplean también para la elaboración de aceite, tostadas y saladas (pipas de calabaza).
Se desconoce exactamente su origen, se tiene referencias arqueológicas de su cultivo en la antigüedad (5.000 a.C.) tanto en Méjico, como en la China o la India, donde se han hallado instrumentos musicales fabricados con su corteza.
Se cultivó ámpliamente en la zona central de América, de Méjico al Perú, donde constituía la base de su alimento, junto con el maíz y los fríjoles. Pasó a España con los descubridores de Indias y se extendió por Europa, Asia y África.
En Europa se utilizó como alimento para los animales por la facilidad de su cultivo, hasta que se obtuvieron variedades más dulces y sabrosas que popularizaron su uso en gastronomía.
En los monasterios de la Edad Media se utilizaban pepitas de calabaza en las cuentas del rosario
La calabaza para guardar agua o vino era un símbolo más de los peregrinos del Camino de Santiago.
En Estados Unidos y otros países, se utiliza para la tradición de las linternas de Halloween, originada en una leyenda irlandesa: La Leyenda de Jack «el tacaño« (Stingy Jack).
Gonzalo Correas, en su Vocabulario de refranes y frases proverbiales, sugiere que la expresión “dar calabazas” tiene su origen en que, hace unos siglos, los que aprendían a nadar se ayudaban de calabazas (a modo de flotadores, bajo los brazos) que abandonaban o «echaban a un lado» cuando ya eran capaces de desplazarse en el agua sin ellas. Posteriormente en la edición del 1780 del Diccionario de la Academia se encuentra por primera vez esa acepción, concretamente definida como «desechar las mujeres la proposición de algún novio«
Parte de: www.guiametabolica.org, http://www.muyinteresante.es/,
Había una vez en una granja un gran sembrado de calabazas que se preparaban para la gran festividad del Día de los Santos.
Todas las calabazas eran perfectas para decorarlas, ser comidas como dulces, etc. Ellas sabían que ese era su destino y estaban conformes con ello, ser el centro de atención por lo menos unos días en el año.
Hablaban de lo bonitas que se veían una a la otra y que su tamaño era el adecuado. Cerca de ellas, en el rincón estaba una enorme calabaza que el granjero dejó a un lado por ser diferente a las otras, era grande, con las rayas desigual, descolorida y arrugada. Ella estaba triste y se cubría con sus propias hojas, sabía que era diferente a las demás y que por eso no cumplirá el mismo destino de las demás calabazas. Se sentía insignificante a pesar de su tamaño.
Esa misma noche deseó con todo su corazón de pepita, que ocurriera un milagro y que fuera tan importante como las demás, aunque sea solo un momento. Enseguida apareció el hada de las calabazas y le dijo:
– ¡No te sientas mal, tú eres alguien muy especial! Tú estás destinada a hacer feliz a todos los niños del mundo y te llenarán de sorpresas. Y por esa razón, les darás una emoción especial y gran alegría.
Enseguida ocurrió lo esperado y le dijo:
– Calabacín, calabazan, tú por siempre vivirás y en tus entrañas alegría repartirás.
Y de pronto ……¡Ooooooh, sorpresaaaa! La calabaza se había convertido en una bella y divertida calabacita plástica llena de caramelos del Día de los Santos, y ella estará presente en cada hogar donde exista un niño especial.
Gabriela Tamariz Gómez (http://www.cuentosinfantilescortos.net/)
En una calabaza
vivìan diez guasasas,
en una calabaza,
en el patio de mi casa.
Pero la calabaza
un dia se madurò…
Y las pobres guasasas
me dijeron adios.
De: Ranula (http://www.mundopoesia.com/)