El gong sinfónico


 

gongs

El gong es un instrumento de percusión formado por una gran plancha metálica circular de diversas aleaciones (habitualmente en bronce), con los bordes curvados gong normalmente hacia adentro, que una vez percutida posee una gran capacidad de resonancia y una profundidad de sonido más amplia que la de los platos, resultando una calidad sonora más redonda,

Existen dudas a la hora de diferenciar al gong con otro instrumento prácticamente idéntico: el Tam-tam. Primeramente, surge la confusión del tam-tam con el tambor africano con mismo nombre. Básicamente, la diferencia esencial es que el gong produce un sonido afinado, mientras que el tam-tam produce un sonido indeterminado.

El gong es un instrumento de amplias posibilidades. Una primera surge al percutirlo directamente con un solo golpe mediante una maza. Esta primera posibilidad se agranda según en la zona del instrumento en la que lo percutamos. Una segunda posibilidad es cuando percutimos con dos mazas iguales, lo que nos da la posibilidad de realizar trémolos.

La mayoría tienen una elevación en el centro, situando el punto en que se ha de golpear y será el punto de origen de la vibración que genera el sonido, por lo general, grave y lúgubre. No obstante, a pesar de ser un instrumento relativamente grande, tiene muchas posibilidades de matices: desde un pianísimo a un fortísimo.

El sonido del gong tarda unas décimas de segundo en producirse, por lo que el percusionista debe anticipar dicha percusión. Cuando desea apagar el sonido, unas veces lo consigue con las manos, y otras abrazando literalmente el instrumento. El gong permanece suspendido sobre un soporte, y frecuentemente, es percutido, además de por mazas, por diferentes baquetas y utensilios. gong sinfonico

El gong puede estar afinado o no, por lo que, puede generar tanto sonidos determinados como indeterminado.

Tiene origen oriental. En Occidente, fue empleado, por primera vez, en Francia en 1791 por François-Joseph Gossec, en “Los funerales de Marabeau” (Honore Riqueti, Conde de Marabeau).

Si queremos hablar del gong sinfónico, indiscutiblemente tendremos que fijarnos en los creadores de éste: Paiste. Esta casa alemana especializada en instrumentos de percusión (en especial metales), hizo en su momento un riguroso estudio de trabajo de campo, contrastando y aprendiendo de las distintas culturas del Sur Este Asiático que usan el gong desde hace 4000 años. No obstante podemos encontrar de distintos tipos según su procedencia.

Una secreta aleación de metales, junto con multitud de «golpes» (esparcidos de una forma muy concreta alrededor del centro del gong), proveen al gong sinfónico de posibilidades ilimitadas, por su especial timbre armónico, característica sensibilidad de vibración, al mismo tiempo que un fuerte y poderoso sonido.

Su uso ha ido ritualizado desde los inicios, hasta hoy en día: Utilizado para ritos en momentos de traspaso como funerales o celebraciones, teatro, música, con un fuerte significando para las culturas asiáticas, dónde hoy en día la alta cultura lo utiliza cómo instrumento de orquestra.

Actualmente también se utiliza como instrumento en el campo de la musicoterapia, por el fuerte efecto que ejerce sobre la mente y el cuerpo. En la metodología desarrollada por el  psiquiatra alemán Peter Hess, “El Ritual del Gong”, el gong, junto con el monocordio, la tampura, la tabla, el didjeridú, y la percusión oceánica, nos permite acceder a niveles profundos de la conciencia, reviviendo recuerdos asociados con las matrices perinatales: Primeras fases de la existencia en el útero materno y proceso de parto.

 Es un instrumento muy útil en el campo de la meditación, ya que su sonido provoca un estado modificado de la conciencia instantáneo; no obstante, por esta misma razón, y para que el uso sea terapéutico, deberá ser usado en un marco controlado, con finalidades terapéuticas, y que permita integrar la experiencia vivida.

Ver musicoterapia

 

Además de en una de las piezas que ya conocemos “Así habló Zaratustra”,  podemos oír el gong muy claramente, como he nombrado antes, en esta “Marche Lúgubre” de François-Joseph Gossec:

 

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Cuelgo un vídeo de música en la que intervienen el gong, tampura, didjeridú, como veréis es música para relajación; la pieza se titula “Mundo submarino” de Terry Oldfields:

El piano


piano

Para conocer el origen del instrumento que nos ocupa debemos remontarnos a la consideración de algunos otros instrumentos musicales más antiguos de los cuales el piano es, de alguna manera, una evolución. Tenéis aquí fotografiados los que llamaríamos, tatarabuelos, bisabuelos, abuelos, padres y hermanos de nuestro instrumento:

Ver Antecesores del piano

Sobre el monocordio fue Pitágoras, el famoso filósofo griego, realizó sus estudios sobre las relaciones entre los intervalos musicales, entre otros. Podéis ver esta historia de Pitágoras en la película de Disney:  “Donald en el País de las Matemáticas”

El piano tal cual lo conocemos hoy en día se basa, en los principios de construcción de los instrumentos que veis en las fotografías, cuyas cuerdas no son ya tocadas con las manos sino percutidas por martillos.

Hay una serie de elementos constitutivos de todos ellos que, si bien han ido variando de forma, tamaño y material de construcción, se hallan presentes en el piano. Estos elementos se pueden resumir en los siguientes: un bastidor, esqueleto o estructura, un variado número de cuerdas tensadas a través de él que vibran a una determinada altura de una tabla o caja que se ocupa de amplificar su sonido. En los instrumentos más antiguos, salvo en el dulcimer, estas cuerdas, afinadas convenientemente y de muy distintas maneras a lo largo de la historia y de las regiones geográficas, son tocadas con los dedos.

La idea de interponer algún tipo de aparato mecánico entre las cuerdas y los dedos, de tal modo que aquellas no tengan ya que tocarse directamente con los dedos, no es tan antigua y conforma uno de los últimos pasos en la evolución del piano. Se supone que los primeros intentos en este sentido tuvieron lugar alrededor de los siglos XII y XIII.

Clavicordio

Alrededor del año 1695 un italiano llamado Bartomeo Cristofori comenzó a construir un instrumento que, aunque básicamente era de una especie similar al Clavicordio y al Harpiscordio, incluía en el diseño de su mecanismo un concepto revolucionario. Tanto el Clavicordio como el Harpiscordio ponían a vibrar las cuerdas mediante algún tipo de púa o plectro, las cuerdas comenzaban a vibrar siempre con el mismo volumen y tono independientemente de cuan rápida o lentamente se presionaran las teclas. En el instrumento desarrollado por Cristófori el elemento que ponía las cuerdas a vibrar era una pieza de madera con la forma de un martillo cuya punta estaba recubierta de cuero. Esto no producía un sonido metálico y estridente como en el Clavicordio y el Harpiscordio sino un sonido mucho más dulce y sostenido.

Este fue entonces el primer piano que se construyó. El señor Bartolomeo Cristofori lo llamó «Forte-Piano«, nombre que no significaba nada más que hacer referencia a lo que acabamos de decir como sus principales características: que el instrumento podía producir sonidos fuertes (forte) y suaves (piano). Hoy en día utilizamos más comúnmente la palabra Piano para referirnos a este instrumento.

Ya habéis podido oír el sonido de Clavicordio, hermano mayor del piano, ahora podréis compararlo con él, podréis ver la diferencia de sonidos entre uno y otro. Para ellos os pongo una preciosa pieza de Chopin, su Gran Vals Brillante: