Estoy segura de que todos conocéis este instrumento, y al menos lo habréis tocado alguna vez.
El xilófono es un instrumento musical de percusión (del griego xylon = madera y phone = sonido). Es uno de los mas antiguos instrumentos melódicos que se conocen. Consta de una serie de laminas de madera, planas o semicilíndricas de longitud y espesor variable, colocadas horizontalmente sobre un marco que las sostiene. Se toca golpeando las láminas con dos macillos cuya cabeza esta recubierta de fieltro o caucho.
Cada lámina se afina según un tono específico (nota musical)de la escala cromática. Como se puede afinar, se trata de un laminófono de sonido determinado. El orden de las láminas es similar al orden del teclado de piano. Tiene un tono más vivo que su primo, la marimba, y las notas se sostienen menos. Los xilófonos modernos incluyen láminas de percusión cortas. Un xilófono con un registro más bajo que el registro de la marimba se llama «xilorimba«.
Su origen se remonta a la prehistoria, en una forma primaria y muy sencilla que aun hoy es posible observar cerca de algunos pueblos primitivos actuales, consistente en colocar algunas láminas de madera directamente sobre las piernas, algo distanciadas. de un ejecutante sentado en el suelo. Ampliamente difundido en Asia y en África. Generalmente los xilófonos africanos están compuestos por laminas mas estrechas y delgadas y disponen de resonadores colocados debajo de cada una de ellas. Lo mismo ocurre en Sudamérica, donde el instrumento fue introducido por los esclavos negros.
A pesar de haber sido introducido ya desde el siglo XVI, el xilófono no fue bien conocido en la Europa occidental hasta la segunda mitad del siglo XIX
El xilofonista debe poseer un alto nivel técnico, casi de virtuoso. Este instrumento admite cualquier tipo de agilidad sea diatónica o cromática. Entre sus efectos especiales destaca el glissando que se obtiene resbalando muy rápidamente una baqueta desde el registro grave al agudo o viceversa.
Posee una gran relevancia en un número de piezas clásicas. Algunas de las más conocidas son la Danza macabra (1874) compuesta por Camile Saint-Saëns y «Fósiles» de Carnaval de los Animales (1886) del mismo compositor. También se puede escuchar en la Sinfonía Nº. 6 de Gustav Mahler, Preludio para un drama de Schreker, o en la que pongo para oír, I believe Gassenhauer de Carl Orff: