En una misma casa vivían dos jarros. Uno era de hierro. El otro de tierra cocida. El jarro de hierro encontraba su existencia monótona; los días pasaban sin que hubiera variación alguna entre uno y otro.
Por esto, un día, le preguntó el jarro de hierro al de tierra si querría ir con él a recorrer mundo y ver cosas nuevas, ya que eran muy amigos y sería mucho más agradable viajar juntos.
Pero el jarro de tierra repuso:
– Eres muy amable queriendo que vaya contigo, pero creo que será mejor que no me mueva de casa. Ya sabes que soy muy frágil y podría romperme en cualquier momento.
Como tú tienes una piel tan dura, no tienes por qué temer ante este viaje. Vete sin mí, pues yo sólo te serviría de estorbo.
Pero el jarro de hierro insistía:
-No te preocupes. Ven conmigo. Si algo te amenaza, yo me interpondré delante de tí, y si hay que recibir algún golpe lo recibiré yo, que no me hago daño. Tú, yendo conmigo, estarás siempre a salvo.
Tanto insistió el jarro de hierro, que al final el jarro de tierra se convenció de que no tenía por qué ocurrirle nada durante el viaje. Muy contentos, ambos jarros se marcharon una mañana.
Caminaban muy juntos, tal y como habían acordado, y al principio la cosa marchó muy bien. Veían gran cantidad de cosas interesantes y charlaban sobare ellas, cambiando impresiones.
Como se llevaban muy bien, los dos jarros se lo estaban pasando en grande. Pero he ahí que de pronto el jarro de hierro se vio atacado por un tremendo hipo que le sacudía.
Y en una de estas sacudidas, como iba tan pegado a su compañero, le dio un golpe, y sin que el otro tuviera tiempo de decir una sola palabra, le hizo caer al suelo, con lo cual el pobre jarro de tierra cocida se hizo pedazos.
Esto nos enseña a que uno no debe asociarse sino con seres de su misma condición. Si son menos que nosotros, les podemos dañar. Si son más, pueden hacernos daño ellos a nosotros.
Así no nos pasará como al jarro de tierra de este cuento.
Muy bueno, lo caompartí en mi twitter @delatierratoda Es importante que pongan en el tapete también estas fábulas clásicas. Felicitaciones por su página.
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Hola Mª Teresa:
Gracias por tu comentario, estoy de acuerdo contigo.
Un saludo,
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INTERESANTE EL CUENTO , PERO PARA NIÑOS DE QUE EDAD ES RECOMENDABLE ..MI CORREO ES SANPEDRO57@HOTMAIL.ES
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Hola Luis Monteblanco:
Yo creo que las fábulas, según con las palabras con las que las expliques, sirven para niños de distintas edades, no te puedo decir si 5, 6 … 10.
Un saludo,
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Me encanta esta pagina gracias por preocuparse por nuestro mayor tesoro, nuestros hijos.
MIL BENDICIONES.
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No me parece un mensaje adecuado para estudiantes, atenta contra la integración en un mundo donde existen las diferencias ¿donde queda entonces el desarrollo de espacios interculturales en el que la convivencia entre diferentes genera un espacio de permanente aprendizaje?
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