La leyenda de la primavera


Hace mucho, mucho tiempo, la Tierra vivía bajo el peso constante del invierno. Sus montes estaban permanentemente nevados y la escarcha quemaba los brotes tiernos de las plantas de los prados. Los hombres conseguían con dificultad el sustento y la vida resultaba sumamente dura.

quechuaSucedió entonces que un aguerrido príncipe inca llamado Sumac (bueno), decidió luchar contra la naturaleza e invocar a Inti (el dios Sol) para que calentara la Tierra con mayor vigor. Acompañado por hábiles expedicionarios, se dirigió a la cima de las montañas.

Durante el peligroso trayecto, muchos de los jóvenes quedaron atrás, y los pocos que siguieron fueron sorprendidos por una tormenta de nieve que bloqueó los caminos, sumiéndolos en la desesperación.

– «Los dioses no nos ayudan, Sumac«, manifestó uno de los hombres al príncipe.
– «Abandonemos esta empresa».

Pero Sumac no conocía ni el miedo ni el cansancio; siguió trepando por las cornisas estrechas y congeladas hasta llegar al pico más alto de la montaña. Entonces, con los brazos extendidos, invocó a Inti:Inca_Warriors_06

– «Aparece, ¡oh, señor! y devuelve la vida a nuestra Tierra dormida».

Diciendo esto, con gran esfuerzo, apartó con las manos, las nubes que tapaban el brillo del sol.

Las nubes se deslizaron  y permitieron que los rayos del sol despertaran los brotes de la tierra; la nieve derretida comenzó a caer por las laderas hasta llegar a los valles, y éstos, humedecidos, se llenaron de frutos jóvenes.

Había nacido la primavera. Desde entonces, aparece una vez por año entre los hombres para despertar a Inti de su sueño invernal con su llegada.

Leyenda original quechua

De: http://www.identi.li/

4 comentarios en “La leyenda de la primavera

  1. Pingback: Bitacoras.com

Deja un comentario

Este sitio utiliza Akismet para reducir el spam. Conoce cómo se procesan los datos de tus comentarios.