San Fermín


Según la leyenda, nació en Pompaelo (la actual Pamplona), hijo de un senador pagano de nombre Firmo, un alto funcionario de la administración romana que gobernó Pamplona en el siglo III). La predicación de san Honesto, quien había marchado a la península tras ser milagrosamente liberado de su prisión ennavarra Carcassonne, conmovió a sus padres, quienes sin embargo no se convirtieron hasta oír a san Saturnino de Tolosa. El santo habría bautizado a Fermín y a sus padres en el lugar que hoy se llama popularmente Pocico de San Cernin.

Bajo la tutela de Honesto, el joven Fermín aprendió la religión y el arte de la prédica. A los 18 años fue enviado a Tolosa, donde sería ordenado. Tras predicar en Navarra, marchó a Francia, donde se asentó en Amiens. Habiendo organizado la construcción de la iglesia local, fue nombrado obispo a los 24 años. La oposición oficial a la doctrina cristiana le granjeó la cárcel, donde, tras negarse a cesar su prédica, fue decapitado.

El más antiguo testimonio que nos ha llegado acerca de su culto en Pamplona es del año 1186, cuando el obispo Pedro de París (1167-1193), que había conseguido una reliquia de la cabeza del mártir, elevó el rango litúrgico de la fiesta de San Fermín, equiparándola a la de los apóstoles. En 1466 la festividad del santo y su octava se extendieron a toda la diócesis, pero el santo, venerado en un altar de la catedral, solo era popular en Pamplona. Por entonces se celebraba con más solemnidad otra fiesta en su honor el 10 de octubre (conmemoración de la entrada de Fermín en Amiens) y la ciudad pidió y obtuvo del obispo de Pamplona, Bernardo de Rojas y Sandoval, en 1591 que se trasladara al 7 de julio para hacerla coincidir con la feria. El culto se intensificó en el siglo XVII, especialmente cuando el clero secular lo contrapuso al de san Francisco Javier, patrocinado por los jesuitas. La querella entre «ferministas» y «javieristas» quedós. fermin zanjada cuando el papa Alejandro VII, el 14 de abril de 1657, proclamó a san Fermín y a san Francisco Javier copatronos igualmente principales de Navarra.

Como en el caso de tantas ciudades medievales, los Sanfermines nacieron como feria comercial y como fiesta secular, tomando las fechas de fiestas religiosas cristianas, éstas a su vez hundiendo sus raíces en paganismo vasco y latino. A comienzo del siglo XIII ya se celebraban unas ferias comerciales tras la noche de San  Juan, entre el día 23 y el 24 de Junio, con el comienzo del verano. A San Juan seguía San Pedro y luego Santiago, el 25 de Julio, un mes después. Tenemos, pues, en plena Edad Media, ferias comerciales y fiestas religiosas a lo largo del verano.

Como hemos dicho el 10 de Octubre se organizaba una en Pamplona en honor a San Fermín, de siete días, desde el año 1324, por privilegio del rey Carlos I de Navarra y IV de Francia. Medio siglo después, en 1381 por privilegio del rey Carlos II de Navarra, pasó a ser feria franca. También entonces, con festividades religiosas en honor a San Fermín.

Estas dos ferias y fiestas, al inicio y al final del verano, se unificaron en 1591, para aprovechar el mejor clima, y la fiesta se trasladó al 7 de Julio, naciendo así los Sanfermines.

Y nada más apropiado que oír y ver tocar la “Jota Navarra” para violín y piano del compositor navarro Pablo Sarasate:

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