Cuenta la leyenda que las tribus que se hallaban antiguamente en la India sufrían grandes desastres naturales que arrasaban con casi toda la población y eran las mujeres supervivientes las que, después de pasado el desastre, iban a buscar a sus seres amados.
Un día, asombradas, hallaron entre los escombros piedrecitas que emitían un brillo hermoso, al recogerlas y tener varias juntas, notaron que, con su fricción, lograban que éstas destellaran aún más (sólo un diamante pule a otro diamante), y de ahí la creencia que los diamantes eran lagrimas de las estrellas: estrellas que lloraban por los hombres caídos.
Leyenda hindú
Hermosa leyenda
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