Saliéndose un día la hoja de afeitar de su mango, que le sirve también de estuche, y habiéndose expuesto al sol, lo vio reflejado en su cuerpo, de lo que se envaneció grandemente y volviendo atrás su pensamiento, exclamó:
– ¿Volveré jamás a la tienda de donde acabo de salir? No, a buen seguro. ¡Dios no permita que tan espléndida belleza caiga en tan vil tentación! ¡Qué locura sería la de ir a rapar las enjabonadas barbas de rústicos aldeanos y ocuparme de mecánicos trabajos! ¿Convienen a este cuerpo semejantes ejercicios? Ciertamente, no. Prefiero esconderme en algún lugar secreto y pasar allí una vida de tranquilo reposo.
Y en efecto, pasó unos cuantos meses oculta; pero vuelta al aire libre, al salir de su mango, se vio convertida en algo semejante a una herrumbrosa sierra, e incapaz ya de reflejar en su superficie al sol resplandeciente. Con inútil arrepentimiento lamentó en vano el daño irreparable, diciendo para sí:
– ¡Oh, cuánto mejor fuera ejercitar en manos del barbero, mi tan agudo filo, ahora perdido! ¿Dónde está mi lustrosa apariencia? ¡La odiosa y fea herrumbre la ha destruido!
Tal cosa ocurre a los ingenios que, en vez de ejercitarse, se entregan al ocio. Ellos, a semejanza de nuestra navaja, pierden su aguda sutileza, de manera que la herrumbre de la ignorancia los deforma.
Si que es verdad… que si dejamos de hacer lo que nos gusta , lo que se nos de bien… por acomodarnos.. nos damos a la vagancia, pues llega el dia en que como tengamos que hacer algo nos cuesta.. no tenemos ganas y nos falta inspiracion.. ese arte que teniamos, ese animo.. se puierde en un rincon , donde decidimos y pensabamos que ibamos a darle mejor vida, y que lo unico que hicimos fue casi darlo por perdido. Tenemos que volver a luchar con nosotros mismos para no vencernos. Pienso.
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muy chevere me gusto mucho sabiendo que todos muchas veces dejamos a parte muchas cosas y cuando lo queremos remdiar de alguna manera no hay solucion ya es tarde… me gusto y espero leer muchos cuentos mas..
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