No a pares, a docenas encontraban
las Monas en Tetu, cuando cazaba,
un Leopardo; apenas lo veían,
a los Arboles todas se subían,
quedando del contrario tan seguras,
que pudiera decir: no están maduras.
El cazador, astuto, se hace el muerto
tan vivamente, que parece cierto.
Hasta las viejas Monas,
alegres en el caso y juguetonas,
empiezan a saltar; la más osada
baja, arrímase al muerto de callada,
mira, huele y aún tienta,
y grita muy contenta:
«Llegad, que muerto está de todo punto,
tanto, que empieza a oler el tal difunto.»
Bajan todas con bulla y algazara:
ya le tocan la cara,
ya le saltan encima,
aquella se le arrima,
y haciendo mimos, a su lado queda;
otra se finge muerta y lo remeda.
Mas luego que las siente fatigadas
de correr, de saltar y hacer monadas,
levántase ligero,
y más que nunca fiero,
pilla, mata, devora, de manera
que parecía la sangrienta fiera,
cubriendo con los muertos la campaña,
al Cid matando moros en España.
Es el peor enemigo el que aparenta
no poder causar daño; porque intenta,
inspirando confianza
asegurar su golpe de venganza.
por favor necesito una fabula del grillo, el leopardo y el leon honestos y trabajadores
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Hola Isabel:
Buscaré a ver si existe la fábula que dices.
Un saludo,
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yo te ayudo nena
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jaqjajaaaaaaaaaaaaaaaaaaa
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