El interior de oído está impregnado de una sustancia grasa llamada cerumen. Esta sustancia tiene por función retener el polvo y los microorganismos del ambiente, evitando así que penetren y provoquen una infección en el delicado oído interno. Por ello debemos lavarnos diariamente las orejas, evitando la acumulación de cerumen sucio.
¿Por qué debemos lavarnos las orejas?
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