Gigantes y cabezudos – Fernández Caballero


portadagigantes Gigantes y Cabezudos es una zarzuela en un acto y tres cuadros, compuesta por el maestro Manuel Fernández Caballero y estrenada en el Teatro de la Zarzuela de Madrid, el día 28 de noviembre de 1898 con gran éxito.

Los «Gigantes y Cabezudos» -a los que hace referencia el título de la obra- son las figuras de cartón piedra que desfilan, a modo de caricatura, en pasacalles,  verbenas y fiestas, costumbre de origen medieval muy popular todavía en pueblos y ciudades de Aragón, Cataluña, Comunidad Valenciana y norte de España. «Los Gigantes» intervienen al final de la obra.

Comienza la acción en la plaza del mercado en Zaragoza, Antonia y Juana, enfrascadas en una sonora disputa, han llegado a las manos, algunas mujeres intentan separarlas, pero la acusación de robo, hecha por Juana a Antonia, vuelve a avivar una disputa que zanja definitivamente el tío Isidro. Antonia se reintegra a su puesto de venta de verduras, entre los comentarios de las mujeres que alaban su carácter alegre, pese a su mal genio.

Timoteo, con su uniforme de guardia municipal, informa a las vendedoras que va a aprobarse un nuevo arbitrio, levantando por ello sus más airadas protestas. Aparece Pilar y se confía a Antonia, hace más de seis meses que no tiene carta de su novio que está en la guerra. El tío Isidro regaña a Pilar por haber abandonado sus quehaceres y Antonia, de nuevo, se mete en porfía, con su clientela. Timoteo quiere intervenir, pero se echa atrás porque Antonia es su esposa, llega el Sargento buscando con la mirada a Pilar de quien está enamorado.

gigantes y cabezudosRegresa Pilar con una carta en la mano, está segura de que es de su novio, pero no sabe leer y la ansiedad la domina. Pascual, un joven serio y trabajador que la quiere con pasión, se ofrece a leérsela, a pesar de los celos que siente. En la carta, el novio de Pilar, Jesús, describe su triste situación, pero renueva también toda su pasión por ella. Pascual se marcha apenado, contrastando con la alegría de Pilar que enseña a todos la carta. Pero el Sargento regresa diciendo que también él ha recibido una carta de su novio, donde le dice que se ha casado con otra, la muchacha no le cree.

Se forma un alboroto general cuando los alguaciles presentan a las vendedoras el impuesto anunciado, con las mujeres, atrincheradas entre sus carros de venta y asegurando que si ellas mandaran otra cosa sería el mundo. Los alguaciles se quieren llevar a quien más protesta que es, por supuesto, Antonia, pero Timoteo, al ver a su esposa en tal coyuntura, se pone de parte de las alborotadoras.

Al lado del río, viéndose al fondo Zaragoza con sus torres y cúpulas, van de pesca Timoteo, a quien han cesado de su cargo, y Pascual. Entra un grupo de repatriados, que regresan derrotados en la guerra. Entre ellos, se encuentran Jesús, el novio de Pilar y su amigo Vicente. Todos lamentan el tiempo que estuvieron ausentes y la alegría de reencontrarse con su ciudad, que tanto aman.

En la plaza del Pilar, el Sargento encuentra a Jesús que le dice que viene a casarse con su novia. El Sargento dolido se inventa la historia de que Pilar ya es la esposa de un rico indiano, que hizo su fortuna en México. Pero, aragonés hasta la médula, Jesús afirma que ha vuelto para casarse con Pilar y lo hará, aunque tenga que matar a su rival. Una vez que los dos entran en la Basílica, aparece un grupo de baturros que viene desde Calatorao en peregrinación a ver a la Pilarica.

Llegan Pilar y Antonia y tras ellas los cabezudos persiguiendo a la chiquillería, y luego los gigantones, al son del tamboril y la gaita. Pese a encontrarse triste, Pilar, en medio del baile y la fiesta, es capaz de entonar una briosa jota. Poco tiempo después, Pilar ha creído oír en el interior del templo la tos de Jesús, que antaño les servía de contraseña. Sospecha que el Sargento la está engañando y le tiende una trampa. Le da a leer la carta que recibió de su novio. El Sargento cambia el texto a su favor, inventando una posdata en la que Jesús recomienda a Pilar que se case con él precisamente, quemando luego la carta. Pilar reacciona violentamente al descubrir la engañifa y el Sargento, arrepentido, regresa con Jesús dejando para siempre tranquila a la pareja.

Indice de las escenas:

  1. Introducción y disputa “Hay que separarlas, van a hacerse mal”. Escena de las vendedoras “Tiene un carácter como una fiera”. Salida de Timoteo “Ya Timoteo viene hacia acá” y tiempo de jota “Anda ve y dile al Alcalde”.
  2. Romanza de Pilar “¡Esta en su carta! ¡Esta es su carta!»
  3. Jota “No nos asusta nada en la tierra…..Si las mujeres mandasen”. Motín de las mujeres “No hay que ceder, no hay que ceder, hay que luchar”.
  4. Coro de repatriados “Por fin te miro, Ebro famoso”.
  5. Coro “Zaragoza de gala vestida está”. Jota de los de Calatorao “Por ver a la Pilarica”. Salida de los gigantes y cabezudos “Cuando era niña y jugaba”. Jota “Grandes para los reveses…. luchando tercos y rudos”.
  6. Salve “Se marchó de seguro, desesperado”.

 

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