Un día, el ancianito que habita en la luna miró abajo hacia un gran bosque en la tierra, y vio a un conejo, un mono y a un zorro viviendo juntos, compartiéndolo todo como muy buenos amigos.
– «Me pregunto cual de ellos es el más bondadoso», se dijo a sí mismo. «Creo que bajaré a ver».
Entonces el ancianito se convirtió en un mendigo y bajó de la luna al bosque donde estaban los tres animales.
– «¡Por favor!, ayúdenme», les dijo. «Estoy muy, muy hambriento».
– «¡Oh, qué pobrecito viejo mendigo!», dijeron los tres animalitos, y fueron rápidamente a buscar algún alimento para el mendigo.
El mono, trajo muchas frutas. Y el zorro pescó un gran pez. Pero, el conejo no pudo encontrar nada que traer.
– «¡Oh Dios!, ¿qué hago yo?», se lamentó el conejo. Pero entonces, tuvo una idea.
– «¡Por favor!, señor Mono y señor Zorro», dijo el conejo, «¿podéis reunir algo de fuego para mi y hacer una gran fogata con la madera?».
Ellos hicieron lo que les pidió el conejo, y cuando el fuego estaba ardiendo, el conejo le dijo al mendigo:
– «Yo no tengo nada que darte, así que me pondré yo mismo en el fuego, y entonces cuando yo esté cocinado, tu podrás comerme».
El conejo iba a saltar hacia dentro de la fogata para cocinarse a sí mismo, pero entonces, repentinamente, el mendigo se convirtió en el viejo hombre de la luna.
– «Has sido muy bondadoso, señor Conejo», dijo el anciano. «Pero nunca deberías hacer nada que te haga daño. Como me has demostrado ser el más bondadoso de todos, te llevaré a vivir conmigo a mi morada».
Entonces, el viejo hombre de la luna tomó al conejo en sus brazos y se elevó con él hacia la luna.
Si miráis cuidadosamente a la luna cuando ésta está más brillante, podréis ver al conejo tal y como el viejecito lo cargó entre sus brazos hace mucho, mucho tiempo.
Cuento japonés.
ODme ecanta lo llebo ala luna O)O)O)
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